miércoles, febrero 5

Splinter: Trastornos (Primera Parte)






Un año después de este ultimo episodio de nuestro pequeño amigo, todo en su vida cambio.

Se habían mudado de casa, de escuela, de ciudad... De país. Los Familiares y amigos, después de aquella traumática noche, decidieron darles el mayor apoyo a esta familia, y facilitaron muchas cosas pero, para Splinter todo era en vano, era tarde tratar de salvar de un trauma a un niño de solo 11 años, después de aquello no sólo tenía terror a sus antiguos miedos sino que afloraban, en cada minuto, nuevos.

Era el primer día de escuela, todos parecían bastante mas amable de lo que él pensaba, había probado la crueldad del mundo de la forma mas cruda, no creía que alguien valiera la pena, siquiera la lástima, como para alzar su cara y mirarles, sentía repugnancia por todo el que lo tocara, le hablara o tan solo le respirara cerca. Abrumador, así es como se puede definir la sensación de Splinter en la nueva escuela, por el cambio inesperado se había retrasado un año entero, así que es un año mayor al del resto de la clase, cosa que no le impedía, sin embargo, resaltar por otros dotes.



Irónicamente este ultimo año le había ayudado a abonar una belleza increíble, sumado a una gran estatura, por decisión propio pidió permiso para practicar artes marciales, y boxeo, Splinter era un lindo niño castaño con bella apariencia, hacia que las niñas deliraran por él, aunque ciertamente no prestara mucha atención a eso.

Aunque todos lo trataran bien por ser el nuevo de la clase, a sabiendas que era el único nuevo en el salón, Splinter se sentía terriblemente desconfiado, no soportaba que lo tocaran, no soportaba una conversación trivial e incluso llegó, fuera de la escuela, a tener fuertes problemas por peleas, se había convertido en un niño retraído centrado en una única cosa, tomar la ley por sus propias manos, pero a tan corta edad lo único que permitía ese pensamiento y deseo era crecer en el la furia contenida y el odio hacía el mundo.

A pesar de los muchos problemas que tuvo en la escuela, los primeros meses pasaron muy calmada mente, y el se sentía un poco mas cómodo, por haber dejado claro cual era su lugar, el único contacto que permitía de las otras personas era en la clase de educación física, cuando luchaba o boxeaba, en ningún otro momento permitía que nadie lo tocara, bajo ninguna razón, incluso los profesores, todos bajo las reglas de un niño nuevo, de once años, en una nueva escuela.

Incoherentemente lo hacía mas atractivo para las chicas de su salón, que no paraban de mirarle y enviarle tontas cartas, aunque se rumoreaba que era homosexual, nadie se atrevía a decirle en cara que le gustaba o no, era simplemente un chico muy extraño, nadie, salvo los maestros, entendía por que él era así, pero no importaba entenderlo, eso lo hacía el chico mas deseado de su salón.

A los 12, pasando al fin a el primer grado del nivel superior, Splinter era un niño excepcional, el mejor de su clase, con gran talento en las luchas y amante de las matemáticas sin dejar atrás o en el olvido el resto de sus responsabilidades, educado, puntual, cortés, servicial, inteligente, atractivo todo eso y mas era el no tan pequeño Splinter. Había alguien que nunca sintió miedo de él y se había convertido en algo muy parecido a una amiga, incondicional y casi confidente, aunque la verdad es que no hablaban mucho era la única persona que de verdad le sentía confianza.

Aquella chica se fascinaba con Splinter pues, muy a pesar de su coraza, poseía un gran corazón, el afecto de ella por él crecía cada día que estaban juntos, era un poder atrayente, ella no lo podía dejar ni porque quisiera, aunque pasaban los meses y él más de una vez la trato muy mal, ella seguía a su lado, el más fiel apoyo en cualquier momento.

Va a ser que un día ambos estaban en casa de Splinter, no había nadie en casa, y ella estaba muy nerviosa, tenia deseos encontrados por aquel chico de su clase que no pronunciaba mas que las palabras que eran necesarias para dar las respuestas correctas a cualquier pregunta.

- Vamos a jugar un juego.
- A que clase de juego quieres jugar?
- Empecemos por las practicas que tenemos que terminar de matemáticas.
- Uhmm, y que pasa con el juego?
- Paciencia querida, mira que tener casi 13 años no es fácil mientras que tu solo tienes 12.
- Qué tiene que ver la edad que tengo con el juego?
- Tiene que ver mucho - contestas algo exasperado - Pero termina esa tarea, sino tendrás verdaderos problemas.

Luego, en medio de números y pensamientos se reanuda la conversación dejada en medio de un mar de problemas con soluciones numéricas.

- Bien, acabaste?
- Así es, ahora que?
- Ahora prepárate, si después de esto no quieres verme más lo sabré entender, pero si aun así sigues detrás de mi, pues... Tendrás una recompensa...
- Dime la recompensa y luego hablaremos del delito.
- Así no es como se juega, estás dispuesta? - Asintiendo visiblemente nerviosa ella dijo que sí.

Así pues Splinter se fue sobre ella,y tomándola de la ropa se la quitó toda y la amarró de la cama tal y como a el le habían echo, ella temblaba de miedo pero no decía nada, no gritaba no hablaba, solo sudaba frío mientras sentía que él solo se quitaba el pantalón mientras decía:

- Siempre preguntas porque no dejo que la gente me toque - respira profundamente - pues hoy te mostraré el porque del cómo, así mismo - hace una pausa - hoy probaras lo que yo un día probé de una forma algo diferente. - Después de aquello y sin previo aviso Splinter clava su pene erecto en el ano de ella, haciéndola llorar silenciosamente por aquella violación, sin poderme mover solo sentía como Splinter la penetraba anal-mente con furia, sin amor y con una carga de odio que no explicaba de ninguna forma.

Embestida tras embestida, ahogando los gritos en la almohada y llorando abiertamente, así estaba ella, con la peor de las sensaciones jamas vivida y sentida, siquiera pensada en como había llegado hasta allí, fue despiadado, brutal y sin una pizca de compasión.

(Continuara)


Autor: Haydee Pacheco. 
(Nazza)

jueves, diciembre 26

Spliter. Cuento de Navidad

Ya conocemos a nuestro amigo Splinter, bueno esta es otra de sus aventuras.

Era un 24 de diciembre, día de noche buena en casa de Splinter, como todo niño siempre espera con ánimo la llegada de Santa y el nacimiento del Niño Jesús. Habría echo su carta con días de anticipación, emocionado escribió todo lo que deseaba, sobre todo libros. 

En casa se reunían familiares de todas partes, Europa, Asia, América. Sus primas Argentinas le contaban lo duro que era vivir en su país, lo tonta que era por quedarse, mientras la tía de España comentaba la dura situación que pasaban y el miedo que sentían de perder su empleo, que antes odiaba pero que ahora valoraba mas que nunca, su hermano mayor, el que vive en New York, les comentaba lo fácil que es la vida por allá, sin preocupaciones, sin reprimendas y lo libre que se sentía de no tener a su madre todo el día detrás de él, sin embargo calificaba la vida como solitaria, aunque con muchos conocidos Stuard no tenía muchos amigos, pero eso si, dedicaba gran parte del tiempo a estudiar aunque no seria justo mentir, también a las fiestas, a las drogas y a las muchas mujeres hambrientas de placer.

ahí estaba Spliter escuchando atento sin entender mucho pero igual guardando silencio como le había enseñado su madre, recordaba:

"Aunque no entiendas nada, mejor calla y aprende a opinar e ignorar".

Sumergido en sus pensamientos, la tía española, se percata del ensimismamiento de Splinter y le dice:

- Hijo, ¿quieres que te cuente un cuento de navidad? para que esperes esperanzado al niño de Dios y los regalos se Santa. - Muy contento asiente sin cesar con su expresión de esperanza de cambiar de tema, pero algo extraño pasó...  

Todo se movía sin parar, los familiares de Splinter corrían sin parar de un lado a otro por toda la casa, hubo gente extraña entrando y saliendo, todo parecía confuso y familiar, algo en la mente de Splinter despertó, y recordó la advertencia de su viejo amigo El Coco, que vivía bajo su cama y que hace tiempo que no veía, quien por respeto había dejado de malhumorar, sin embargo esto hacía parecer que era él quien extrañaba al niño, porque era como verlo nuevamente entre la casa, donde a todos estaba asustados, le gritaban pero él no escuchaba seguía en el suelo, sin moverse, entonces una extraña cara se acerca a el y sonriendo le dice:

- ¿No quieres correr allá con ella?
- No, yo no te temo.
- ¿No lo haces? ¿Por qué no lo hace? ¿Qué te hace mejor que ellos?
- Nada, sólo que te conozco muy bien y se de que eres capaz, si me quieres... aquí me tienes.
- ¿Me retas pequeño rata?
- No sería capaz de semejante hazaña, pero tampoco de huir.

Y el horrible rostro desaparece su cara y siente un increíble empujón que lo hace caer al suelo de frente y lo arrastran escaleras arriba, su mandíbula tropieza con los 15 escalones hasta la planta alta de su casa y lo arrastran hasta su cuarto.

- ¿Ahora me temes?
- No hay novedad - dijo Splinter sangrando por la boca - esto eres tu como siempre, amenazando.

Se oye un susurro por debajo de las sabanas que dice:  
"Estas confundido amigo, ese no soy yo, yo sigo aquí debajo de tu cama, es hora de que temas, porque lo que él te puede hacer a ti duele mas de lo que yo te puedo hacer, corre y escóndete, aunque ya no estés a tiempo vale la pena intentarlo"

Splinter abre los ojos como platos y arroja un grito de terror a entender al fin lo que pasaba.

Son las 10:49pm, en la casa de enfrente se escucha un grito de terror, los vecinos parecen estar en casa, hay música y se ven las luces encendidas, esta la puerta abierta pero no es novedad, siempre esta abierta. No le temen a los delincuentes que por allí circulan, se limitó a cerrar las ventanas y ponerse a leer pero ahora con los audífonos. Se dejó de escuchar el exterior y se quedó dormido.

Splinter temblaba, aunque estaba vestido muy abrigado, sudaba como si hubiese corrido en un maratón de mil metros y su sangre le daban ganas de vomitar.

- ¿Me temes? - pregunta nuevamente el horrible rostro - Estoy aquí por ti pequeño.

Lo empuja en su cama, ahoga un grito, le arrebata su ropa, los otros están abajo conteniendo al resto de la familia mientras el se divierte con el niño. Saca un tubo de metal, una correa, u unas esposas, 4 para ser mas exactas, una para cada extremidad del pequeño, lo pone boca abajo en su cama y lo esposa a los extremos quedando inmovilizado, este agarra la correa y le da correazos por la espalda, piernas y nalgas, luego toma el tubo y lo embarra de un liquido que Splinter no conoce, su cuerpo esta tenso por los azotes y este ahora abre aun mas sus piernas y le mete el tubo por el ano.

- ¡Grita! ¡Grita! Te quiero escuchar suplicar.. 




Mete y saca el tubo, mete y saca, cuando empieza a sangrar saca su pene y lo penetra una y otra vez y otra vez hasta que conoce su propio placer, mientras el niño está en la cama llorando y suplicando que pare y este gime de placer le susurra al oído: 
"Esto es para que me recuerdes, es tu regalo de navidad" 

No entendía nada, ¿su regalo de navidad?, voltea hacia su reloj y ve... las 12:00am, ¡¡¡Ya es navidad!!!. Abajo uno de los hombres se había estado divirtiendo a lo grande, hizo que el padre de Splinter violara a su hermana, mientras su hija de 16 años era violada por otro, Su tía era cogida por otros tres incluyendo a su sobrino Newyorkino quien a su vez era violado por otro hombre, la madre y primas argentinas fueron azotadas desnudas y amarras las cuadro de forma que entre ella se dieran placer mientras "disfrutaban" de sexo anal de los perros que iban con ellos... 

-¡Una verdadera fiesta tienen allá! Verdaderos blasfemos del espíritu navideño, ¡mira que tener sexo con la puerta abierta! es muy descarado....

Eran las 12:50am, Splinter yacía en su cama, ensimismado y aterrorizado, desnudo y sangrando, ya no había nadie, ya no se escuchaba nada, ya no había nada.

Una nota en la mano:

"Querido Splinter, soy santa y te he dejado el mejor de mis regalos, espero lo hayas disfrutado y no lo olvides jamas, dile a Jesús niño que el próximo año será peor si se atreve a ser recibido primero que yo, solo yo debo estar en tu mente y ahora estoy seguro de que así será, espero que te guste mucho pues toda tu familia disfruto del mismo placer que tu, disculpa mis fachas, no fui capaz de disfrazarme para ir a tu casa, así que me viste como realmente soy, El mas grande violador de infantes traicioneros que hay.

Feliz Navidad y sigue creyendo en mi sino, no vivirás para contarlo.

PD: Creo que tendrás un sobrino hijo de tu bella y ardiente hermana, pues estaba disfrutando tanto que se corrió unas tres veces, su virginidad ahora le pertenece también a quien le pego el sida."


Autor: Haydee Pacheco 
(Nazza)

FeLiz NaviDad a Todos!


lunes, noviembre 4

Merodeando

Caminando incesante por las calles me encuentro.



Sin sentido, 
Sin saber a donde ir o que hacer, 
Sólo en mis memorias te encuentras y nadie sabe ya a donde ver.

Te busco en cada centímetro de mi cuerpo pero no te encuentro,
es como jugar a ser lo que realmente no se es y sin embargo, 
saber que soy experto.
El arte del engaño, eso que se hacer tan bien, tan mal, tan espectacular.

Si te pones a pensar ¿que rayos es lo que quieres de verdad?

Pisadas fuertes y pesadas...

Dolor, dolor, olor. 
Olor a sangra fresca, esa rica fuente de vida que todos tienen por dentro y nadie aprovecha.

¿A donde quieres ir? 
¿A donde quieres llegar? 

No importa a donde vayas, yo ahí estaré esperando tu aparición.

Estoy donde no me ves.
Estoy donde no me sientes.
Estoy donde no me buscas.
Estoy donde no me encuentras.
Estoy sin que nadie pueda verme, 
siempre estoy a tu alrededor.

Pronto, cuando logres verme será cuando entiendas qué soy dentro de ti, 
que soy para ti
y que soy por ti.

Por ahora no podrás huir de mí.

Cuidado al caer, porque si lo haces nunca podrás levantarte del frió suelo.

Autor: Haydee Pacheco
 NazzaPach
(Haydee Pacheco)

lunes, mayo 20

La caperucita Roja!!


Erase una vez la historia de una villa, olvidada por todos que increíblemente no aparecía en el mapa.
Era una villa de prostitutas, ladrones y refugiados, los mas buscados ahí estaban.
Existía una pareja olvidada por el mundo condenada a vivir entre aquella gente incapaz de hacer algo bueno por otros, una pareja de esposos empujados al borde de la muerte, con un negocio bastante prospero y una bebe muy pequeña.

Preocupados siempre buscaron mejorar su vida para aquella niña
pero sin escuelas y sin lugares donde ella pudiera aprender lo que realmente necesitaba
no se podía controlar lo que veía.

La niña creció y usaba su Caperucita roja a donde quiera que iba, todos en aquella villa la conocía  por sus innumerables locuras.

a los 7 años se fue al burdel a prostituirse, la primera penetración dolió tanto que su grito llego hasta los oídos de su madre, que no comprendía donde estaba su hija y que le estaban haciendo.

Realmente una niña prematura en su forma de actuar pero nunca dejo de ser niña, y de jugar con sus juguetes  eso era lo que los hombres mas le gustaba, su infantil deseo.

a los 9 años era la mas buscada de aquel lugar, toda echa una mujer pero en su apariencia había una niña.

ahora de 12 años era algo diferente, ademas de prostituta era alcohólica  su madre había muerto de decepción y su padre de la depresión, ya no vivía mas en aquella villa, fue a vivir lejos a casa de su abuela.

Un día fue al pueblo a comprar algunas cosas y al venir de regreso se encontró con un lobo, animal curioso para ella pues era fiel fanática de aquella cosa hermosa. Vio como el lobo la seguía hasta la casa de su abuela, lo noto hambriento y al entrar a aquel lugar (que odiaba pues no podía hacer nada de lo que quería)  llamo a su abuela, esta algo ciega atendió a su llamado, cuando entra a la sala le da por la cabeza con un sartén, siempre estuvo esperando aquel momento, era una excusa perfecta.

Al ver a su abuela desmayada se abalanzo sobre ella con un cuchillo e inicio los cortes respectivos, lo había aprendido un día en el bar como un hombre mataba al otro estando aun vivo. la casa de su abuela como estaba muy aislada no le preocupaban sus gritos. Cortaba cada parte de su cuerpo y su abuela reaccionaba al dolor pero no comprendía que era lo que sucedía, cortaba cada dedo de los pies y las mano, luego con una sierra cortaba su pierna luego sus brazos y al final pero no menos importante su cabeza con lo que la dio por muerta, luego tomo cada parte y los cocino muy bien sazonado para que el lobo pudiera comerla sin problemas. 

Cuando ya el lobo hubo satisfizo su apetito esparció el resto del cuerpo y llegaron mas lobos hasta ya no quedo nada de lo que alguna vez fue su pariente.

Así queda Caperucirta en medio de aquel bosque, sola, preguntándose a donde ir o que hacer... Aventuro su cuerpo en algún burdel pero su éxito no fue el mismo, ya no era igual, consumida por el alcohol y hundida en la depresión Caperucita murió a los 15 años sola, en medio de aquel mundo que amaba.

Autor: Haydee Pacheco (Nazza)

martes, octubre 23

Muerte planeada



Por días y noches se estuvo planeando el mejor crimen del mes, seria el encabezado en muchos periódicos y la mejor nota en el noticiero... Pero, cuando debía llevarse a cabo? Tal vez, hoy mismo?
Indudablemente tendría que ser rápido, porque luego sería muy tarde y ya todo se vendría abajo.
Pensando y pensando, es el momento, es ahora.
Silenciosamente entro al cuarto,
Cierro la puerta para que el sonido no salga,
Cerrar las ventanas y ver como seria la mejor forma de iniciar para él el mayor dolor.
Amordazar la boca, amarrarla a la silla, primero le quebramos los dedos, luego el resto de los huesos, su cráneo sera lo ultimo, agarramos el cuchillo y perforamos su piel lentamente, y lo que desprendemos se lo hacemos comer guisado. Luego a su cara le hacemos huecos donde ponemos gusanos para que coman todo lo que encuentren de allí en adelante. No podemos olvidar loa pies con agua fría los lavaremos y luego la caliente los enjuagaremos  Realmente fascinante como expresa su dolor su temor, como sus lagrimas recorren su rostro y justo cuando llego a sus senos el grito apabulla, te duele? Pero si aun no inicio. A modelos a perforarlos y cocerlos y volverlos a rasgar, mi felicidad deriva de tu dolor y de mi dolor deriva tu tristeza...
Aunque no pude terminar con ella mi dolor se disipo, aunque no pude acabar con ella su cuerpo se desfiguro y aunque este en la cárcel mi placer mayor se cumplió...