Realidad

Gritos de auxilio. Gritos de perdón. Gritos… Muchos gritos al rededor.. Jaulas de hierro encierran miles de años de historia jamás escrita, donde inocente o culpable era tratado bajo la misma sentencia. La ignorancia del inocente por su triste existencia condenaba al culpable por no dejar que por fin muera. Hierro oxidado que pronosticaban una muerte lenta. Un momento justo para la tortura interna. Golpes y más golpes reciben todos por igual... Una muerte lenta será para todos al final. Ensordecedor, Enloquecedor, Aterrador, así son descritos los días en la prisión... puedes escapar, es verdad, pero te vuelven a encontrar y a torturar, "Permíteme morir hoy mi Dios" rogaba un pobre señor, que al verlo parecía de sesenta y pico cuando en realidad lo que tiene son 22. Ahí murieron cientos de miles… unos pocos salieron vivos, traumados, tocados, ¡¡¡locos!!! La realidad es esa... Aunque muchos lo negaron y otros tantos lo ignoraron fue la realidad que algunos vivieron y otros sintieron, "¡Venganza!" gritan los sobrevivientes y los supervivientes, "¡Venganza!" gritan las familias incompletas. Y ellos se van, ilesos de cualquier maltrato "porque los derechos humanos los respaldan" ¿¿¿y los derechos de esos miles de muertos??? Culpables sois de la peste del mundo. Culpables eres del macabro hecho de vivir sin alma, de sentir nada, de estar vacíos como jarras.

Ensordecedor

Cada grito que pronuncia tu boca, gritos de auxilio, pidiendo perdón por todos los heridos!! Torturas en tu cuerpo ahora viven, torturas que propinaste a miles de inocentes, incapaces de defenderse. Déjalo de un lado, nadie vendrá a ayudarte!! No te asustes.. Que yo me encargare de que tu muerte sea dolorosa, yo me responsabilizare si esta es rápida, será mi culpa si es que mi corazón se apiada, si es que se ablanda.. Corazón que no siente nada, porque tú haz matado a todos los de mi raza.. Tortuosos días pasaron enserados, sin mucho de comer o beber, de igual forma, y eso para que?? Si igual no los dejarías ni correr. Niños inocentes, muertos en una guerra sin cuartel, donde el único que ve peligro, es tu maldito Coronel. Como en la época de la conquista de religión, donde el cristianismo no acepto la redención, donde los pecadores eran quemados en la plaza del Puelo, donde los no seguidores eran torturados para que conocieran al Dios "verdadero". En esa época vives tú. Injustamente nombrado! Injustamente honrado en una batalla sin fin cercano!! Así lentamente me suplicas que termine, así lentamente me imploras que ya te extermine, pero no será así, aun te queda sufrir el doble de lo que los míos sufrieron!

Caridad

Pasando están los días,
perplejos ante tu inigualable belleza, 
detenidos ante tu fulminante muerte. 

La verdad de muchos momentos pasados,
la mentira de lugares visitados, 
todos se reunen hoy en tu infinita presencia, 
al igual que un auto nuevo tu cuerpo quedo para recordar, 
al igual que un auto viejo tu cuerpo era echo para olvidar, 
sentado en un extremo de tu vida me encuentro sin saber que hacer, 
déjeme un momento olvidar los recuerdos, 
llevame a tu lado para saber y hacerte sentir lo que quiero, 
dame un poco de amor verdadero dejando a un lado lo malo de todo aquello. 

Abre tu brazos y déjame sentir lo que quiero no me enseñes la salida enseñame el camino por un momento.

Autor: Haydee Pacheco

(NAzzaPacH)

Locura

Es como la sencion del que no se puede ser. Simplemente es cosa de no estar estando aqui. Despues de un segundo de respirar, te puedo llegar. Me lo he repasado tantas veces que se me hace imposible no pensar que esto sea reaL. CONFUNCION DE PENSAMIENTOS ES LO QUE SIENTO EN MI CUERPO. Sin oportunidad de poder tenerla, deseo que me desees. Brindaos todos en mi nombre porque en el tuyo ya esta vuelvo una mierda. Levantad las copas en mi salud porque la tuya ya se va por un caño. Pero es asi celebrar en tu nombre porque mi felicidad te la llevas, desde que me dejaste por esa puta vieja, llena de arrugas, poseedora de la peor calaña que no se puede encontrar. Disculpad mis palabras si no te alientan a ser feliz, pero es que tu felicidad es la mismisima infelicidad para mi. CELEBRAR LA VIDA DE TI, PORQUE LA MUERTE DENTRO DE MI, SE A HECHO UN HECHO.

Carismatica.

Dulcemente te paseas por las calles de la ciudad, haciendo sonar tus tacones con pasos cronometrados, corriendo tu vista con destellos, esa vista que se encanta en un espejo, que se jacta de algarabía mirando de un lado a otro para ver que chico te pilla pasear. 

Inocente de tu futuro o presente, no te percatas de lo que la gente siente, siempre queriendo algo que ya tienes, siempre deseando algo que no debes… 

Huyendo de tus verdades, desafiando al mismo tiempo y jugando a ser hija de dioses paganos. 

Paseando un día por las calles te encontré, con el sol cayendo al ocaso, dibujando contrastes en tu cuerpo, con tu boca color bermellón, roída por el tiempo, asechada por el futuro y oscurecida por el presente… Tu nombre no pude recordar, ni tu clase de vida tampoco, solo tu resaltante anatomía carente de evidencias. 

Te tropezaste conmigo aquella vez, pero no me pudiste reconocer. Tu dulzura se volvió contra ti, y la suerte te dio la espalda, y el reloj te condenó con sus agujas, cuan espadas que hacen verter linaje y el desapego a la vida te invadió cuando un violador te encontró, apuñalando tu alma, desnudando tu ser, pasando a ser víctima de tu pequeño existir. 

Los atributos que te vestían volaron con el viento sin intención de dejar advertencias. La sensualidad de tu cuerpo desapareció, el desaliñar de un mendigo te invadió, destruida por el mundo vas vagando hasta que encuentres un destino mas vago… Con lágrimas abundantes que te han bañado, sin rumbos en tu vida te encuentras y maldices tu propia existencia, empujando al abismo tu propio ser y bajando la mirada al pasar la gente, deseándote la muerte sin saber que hacer, pues tus miedos corre en un rumbo distinto. 

Paseando un día por las calles vi tu cuerpo sin vida, perpleja me quedé cuando te toqué, aun tibia te encontrabas, con la mirada fija, con la ropa desgarrada, ensangrentada por tus venas cortadas, terminada por tus manos, dejando el sabor de tu cuerpo en el piso la suerte echada. 

Autores: 

Haydee Pacheco

Carlos Arturo.