
La habitación está helada y tu te encuentras acurrucada en tu cama con las sabanas sobre la cara, no estas segura pero tu nerviosismo te tienta a no dejar abierta la puerta.
Cada vez más cerca de ti siento como te mueves, como piensas y eso me alerta.
Te pones de pie a una orilla de tu cama, no notas nada raro, - pobre Julieta no sabe que es lo que le espera -. 5 años pase contigo, acercándome, planeando como deberías terminar, nunca sospechaste lo que ahora te va a pasar, me hice tu amiga, tu confidente, conozco cada habito tuyo, dormí en tu casa, en tu cama, contigo, tuve mas que confianza, me diste hasta tu alma.
Hoy preparada me siento, hoy tu muerte a vuelto, te salve de un suicidio que yo te provoque, pero no lo sabes, no pensaste en que yo te podía empujar a ese precipicio donde lo único que hay es vacío.
Hoy Julieta terminaré con tu vida, terminaré con tu sufrimiento.
Hoy Julieta es el día de tu fin, del que hace años lograste evadir.
Caminas por tu cuarto, yo espero callada con cuchillo en la mano. -¿No te imaginas lo que te haré?- pobre Julieta que no ve que voy tras ella.
Llegas a las escaleras y no te das cuenta de todo lo que he pensado, de todo lo que e planeado.
- ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAH!!!!- gritas, pero nadie acude a ti, vives muy lejos del resto del mundo como para preocuparme de lo que pueda pasar.
Te tomo del cabello, te arrastro hasta tus aposentos, pateo tu cara hasta ver que sangra, corto tus dedos, por cada uno de tus gritos de dolor es cada gota de mi placer... Tiemblas ... Te quito la ropa y te trato como a una zorra.
Destajándote me divierto, no sabia que no te gustara esto, antes de que entres en shock decido mostrarte quien soy yo.
Impresionada me miras a la cara y gritas - "¿QUE DIABLOS TE PASA?" -.
Ya no hay nadie que te salve, en mis garras estas y es aquí donde morirás. Antes de acabar decido que tu cabello debería cortar para que tu cara pueda ver lo próximo que va a suceder.
Julieta no temas que casi termina, no temas que tu cuenta ya será restringida. No te preocupes, mi hazaña dura poco, hasta hoy me veras.
Así su cuello degollé con mucha felicidad.