Pasas de largo y no te ocupas, no te preocupa que puede formar parte de la vida de alguien.
Pasas y pasas, cada día, y la ves morir lentamente.
Estas preso de tus emociones, tu propia severidad refleja tu falta de entusiasmo a la vida.
No es que es no sea asunto tuyo, es que tienes tantos pendientes que eres incapaz de ver que puedes ayudar.
Cada día de tu vida refleja la miseria en la que vives.
Eres terriblemente consciente de que tú puedes ayudarla, pero te niegas.
Reposas sobre escombros de imperios destruidos porque ella ha desaparecido.
Vives sobre cadáveres de personas sin vida que van recorriendo la ciudad.
Deseas multiplicar tu deseo de ayudar, pero a falta de amor propio solo vas cual cordero, detrás de los demás.
¡Es hora de despertar!
¡Es hora de escapar!
¡Es hora de soñar!
¡ES HORA DE ACTUAR!
Deja de retorcerte entre tu propia desgracia.
Empuja tus pasos con el fin de llegar a un destino.
Basta de lamentos insaciables, esos que consumen tu vida.
Debes despertar y dejar de hacerte menos.
Esperanza.
Esa que ves muriendo cada día y no haces nada.
Debes Actuar, pensar, dejar de seguir a las masas, asumir la ruta de la vida, esa que te lleva a lugares hermosamente infinitos y sobre vuelan las cercanías de lo terriblemente catastrófico. Debes arriesgarte.
¡DEBES VIVIR!
Autor: Haydee Pacheco
(NazzaPach)