Bautizado en lo que creíamos una religión pura, libre de falsos profetas, inmune a los falsos favores.
¿Y quienes somos entonces?
¿No somos capaces de vivir sin dependencia?
Somos esos mártires de la historia que jamás son recordados, que jamás son reconocidos pero siempre son nombrados bajos distintos nombres, bajo distintas consignas pero, nunca reconocidos por nuestras verdaderas virtudes.
¿Quienes somos para mentir viendo a la cara?
¿Quienes somos para aprovecharnos del que esta indefenso?
Deja a un lado, te ruego, todo aquello que nos lleva a la desdicha y nos frustra nuestra vida, déjalo a un lado, observa con detenimiento tu entorno, relaja tu cerebro.
Aunque el mundo fue conquistado por malos pensadores nos toca mantenerlo a costilla de nuestros propios actos, dale muerte al desvalido y evítale su sufrimiento, dale tortura a quien se aprovecha de quien no puede defenderse y muéstrele lo que el mismo hace con el resto, haz penosa la vida de aquel que por mas interesante que pueda ser resuelve la vida de los otros a su antojo.
Es momento de enfrentar la realidad, dejar a un lado esto que nos une que no es verdadero, y movernos de lugar.
Abre tus brazos pidiendo perdón, que no se te dará, para que puedas salvar tu alma, que ya vendiste, y así asegurarte un puesto en el cielo, que realmente no existe.
Autor: Haydee Pacheco
NazzaPach