- Si, lo hice, pero...
- No digas más, no hay forma que confíe de nuevo en ti.
- Por favor perdóname.
- Lo hago pero, no creo que todo sea como antes.
Y así corrieron los días, son días tortuosos porque no se le permite contar con nadie, ella misma no se permite contar con nadie, trata de meditar la razón de todo el problema en el fallo que cometió y en una forma de solución y la única que le viene a la mente no es mas que la muerte, no esta dispuesta a sufrir otro inicio, no esta dispuesta a vivir otro final, no esta dispuesta a dejar algo que tanto ama solo por una estupidez.
Ya no puede mas, ya no aguanta mas, la depresión la empuja a un callejón sin salida, donde no le importa nadie más que si misma y su estado de autodestrucción progresivo que crece a pasos agigantados.
Quiere gritar, pero no grita, quiere llorar pero no llora, quiere hablar pero calla, calla porque ya fue juzgada por haber hablado, ya fue señalada por haber contado.
No sabe que hacer, así que va sin rumbo y sin interés, su única motivación es un ser pequeño, único e inocente, la empuja a seguir pero no sigue, solo se queda en ese día en que todo cambió para siempre su vida.
Y ahí esta en un debate de seguir o parar pero no se mueve hacia adelante o hacía atrás, esa atroz sensación le carcome y la desespera sin poder tomar la decisión correcta.
Autor Nazza
(Haydee Pacheco)