Esta ahí, en el suelo, llorando, pero algo en ella había cambiado, sentía la necesidad de más, mucho, mucho más.
Cuando llegaron los padres de Luna ya era como si no hubiese pasado nada, ella está tranquila, serena y bastante asentada en la realidad del momento, no hubo preguntas, o lagrimas o recueros dolorosos... No hubo eso, hubo deseos.
Al día siguiente, y con intensión de despertar el interés de más de un chico de su clase decidió interrogarse a si misma y decidir plantar la semilla que la llevaría justo al lugar donde ella quería estar, no es un lugar cualquiera con un papel sin sentido que ella deba desempeñar, era justo el lugar donde ella quería estar, ese lugar entre el deseo y la realidad y todo iniciaría con Splinter, el habría hecho algo por ella que jamás, en sus sanos cabales, le habría hecho.
- Buenos días.
Estupefacto por la frescura y tranquilidad en su voz y luego helado por ver el aspecto de aquella que ha probado la peor parte de su realidad. Se veía bellisima, había pintado su cara de tal forma que resaltaba sus bellos ojos azules, su cabello castaño ahora estaba peinado y su ropa era como si hubiese salido de compras, ella se veía diferente y se sentía diferente, él lo había notado, era una niña que casi se convertía en mujer.
- ¿No dirás nada de como me veo? ¿o es tan malo que no puede dar tu opinión?
- Luna, yo... - atento a su reacción - Lo siento, solo es que pensé que... - suspira- te ves realmente hermosa esta mañana, pero ¡Mírate! te ves realmente espectacular, ¿explica por qué ese cambio?
- Sencillo, ya se que es lo que quiero.
-¿en realidad lo sabes?
- Totalmente, ahora deja tontear que voy en plan de caza al salón de clases, y tu... - deja la idea en el aire y lo mira atentamente - creo que no puedes entrar así al salón - le dice señalando su entre-pierna totalmente vistoso en este momento. Se pone color tomate tratando de librar sus pensamientos lujuriosos.
Abriendo paso por los pasillos hasta llegar a su salón, carraspea y pronuncia un perfecto "Buenos días" y todos voltean, todos la conocen y saben quien es pero se quedan impresionados por el aspecto de aquella chica escuálida, linda pero escuálida.
Al salir de clases todos los chicos de su salón estaban danzando tras ella, ofreciendo y ofreciendo pero declinaba cualquier oferta, tenía un objetivo y no sería hoy ese día, sin embargo va hasta donde Splinter, pretende seguir aprendiendo pero esta vez no sería ella quien fuera la que pida, lo provocaría y sería él quien implore.
-Hola.
-Hola.
- ¿que harás hoy? tengo muchas ofertas de salidas y no se cual me vendría bien si salir con Juan o con José, por cierto, ¿de donde demonios sacaron tu nombre? Es realmente raro, se que mi madre pasaba hora mirando a la Luna, anhelante de la vida mientras estaba embarazada, bueno eso dice mi padre, pero el tuyo es realmente raro.
Se hace un silencio casi insoportable, mas para Splinter que para luna que cotorreaba con sus "nuevas amigas".
- No lo se - susurra.
- ¿Me haz dicho algo?
- No lo se - dice mirándola a la cara con pocas ganas de escuchar mas cotilleos de niñas envidiosas - ven, vamos a mi casa y resuelves tu problema de salida.
- ¿A tu casa?- dice mientras el montón de tontas voltean al escuchar sus palabras, Splinter la ve con cara de no repetir lo que dice - Esta bien, por mi bien, haz resuelto un problema - voltea y dice - adiós, nos vemos mañana.
Pasaron todo el camino de vuelta sin decir nada, ese chico estaba molesto pero aun no sabía si era por la apariencia, el olvido de lo que pasó ayer o por la nueva forma de vestir y expresarse de esa chica, era una nebulosa, no lo podía entender y cuando llegaron y entraron al cuarto la tomo por la mano y la zarandeó de tal forma que tuvo que apoyarse en la cama una vez la haya soltado, ello lo entendía perfectamente, y sabía que se pondría así, aunque no son novios, se hablan poco y no socializan en exceso ella lo sabia, sabia que él deseaba verla destrozada como lo estuvo él en su momento y al verla como la veía ahora lo que hacía era volverse una furia porque no entendía lo que "esa" quería demostrarle.
- Tu punto de vista es distinto al mío.
-No entiendo lo que haces, no se como reaccionar... - suspira - no se siquiera, porque me molesto.
- Fácil, ¿no lo ves? - se acerca al oído y le susurra - querías que me derrumbara como tu pero, lo que no sabes es que despertaste la bestia que vive en mí.
-¿La bestia? - Con cara de que no entiende ni una palabra, entonces Luna se le acerca y de su morral escolar saca una cuerda, no tiene nada de especial pero la tiene ahí.
-¿sabes atar a una mujer? ¿tus violadores te ataron a la cama? ¿quiere probar algo nuevo conmigo? - Lo mira con cara de malicia y se acerca tiernamente a él. - Ahora soy yo la que te va a enseñar como se hacen las cosas, cuidado - dice mirando hacia su entre pierna - al parecer "él" sabe de lo que hablo, pero tu pareces estar aun confundido...
... (continuará)
Autor: Haydee Pacheco
(NazzaPach)