Luz tenue, un ventilador que rechina,
materiales de tortura y cadenas colgando del techo.
Dos desconocidos en aquella sala,
ella una joven universitaria y él un contador,
se conocieron por Internet y así descubrieron sus extrañas formas de dar y recibir placer.
materiales de tortura y cadenas colgando del techo.
Dos desconocidos en aquella sala,
ella una joven universitaria y él un contador,
se conocieron por Internet y así descubrieron sus extrañas formas de dar y recibir placer.
Quedaron para al fin conocerse,
porque se deseaban(...)
y ahí estaban, deseándose ferozmente.
porque se deseaban(...)
y ahí estaban, deseándose ferozmente.
Ella se dispuso, con su traje de cuero y su látigo, a amarrarlo casi desnudo, de una cadena que colgaba del techo.... Él tenía sus manos atadas y su única ropa era el hilo que sólo cubría sus genitales.
Cuerpos sudorosos, gritos de placer y dolor.
En la recepción incluso se escuchan.
Era un motel pequeño y lúgubre.
El ventilador rechina aun mas,
la luz tenue de la habitación no permite percibir el cambio de posición de aquel aparato cada vez mas cerca del suelo, cada vez mas cerca de ellos...
la luz tenue de la habitación no permite percibir el cambio de posición de aquel aparato cada vez mas cerca del suelo, cada vez mas cerca de ellos...
El ultimo chillido del ventilador,
un grito recorrió todo el lugar
y luego un silencio, oscuro, se adueño de aquel sitio...
un grito recorrió todo el lugar
y luego un silencio, oscuro, se adueño de aquel sitio...
Se acerca curiosa una persona, la señora encargada de la limpieza, quien estaba cerca... Cuando abrió la puerta soltó un gran grito de terror, a su vista dos personas yacían en el suelo, ambas decapitadas. Fue tal la impresión que cayó al suelo desmayada, derramando el agua de la cubeta que se mezclaba con la sangre derramada en el suelo de aquel cuarto...
Autor Haydee Pacheco
NazzaPach
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