Cayendo por escaleras inacabables se encuentra,
Derramando sangre a su paso,
Sin ganas de quejarse,
Sin ganas de levantarse,
Sin temor a la muerte que lo acecha tras cada golpe,
A cambio de aquella valentía,
Recibe sin mucha dignidad un respiro más de vida.
Muchas muertes por sus manos pasaron,
Ensangrentados tomos de libros nunca leídos pasaron por sus manos,
Incontable sufrimiento carga en su conciencia,
Interminables lamento recorren sus recuerdos,
“EL MÁS GRANDE TORTURADOR”
Le gritaban al pasar,
Era conocido,
Era el mejor,
Era mucho más.
Pero la culpa no lo dejaba vivir,
Su conciencia le lleva a sentir,
El latir oscuro de todos lo que a hecho sufrir.
Aunque rogando por su muerte la vida le ofrece una oportunidad para reivindicarse él se niega a entender lo que realmente se le ofrece.
Autor: Nazza